martes, 10 de enero de 2012

Reinicio de actividades.

Superpastilla
Con el nuevo curso político parece que los gastos en sanidad son el nuevo frente de batalla, la financiación de los fármacos, y servicios sanitarios se pone en tela de juicio, el derecho a la salud y a la sanidad universal es noticia económica y eso es en sí mismo un grave problema. Por una parte el día 1 de enero entraron en vigor dos normas importantísimas para la salud, una referida al etiquetado de alimentos, con sus alergenos y composición que afectas a intolerantes al gluten y lactosa principalmente ( y por extensión a  aquellos que no lo quieren incluir en su dieta por las molestias que causa incluso a quienes NO padecen dichas intolerancias). LA norma de etiquetado para toda la UE nació tras le trabajo del Ministerio de Sanidad en la época de Bernard Soria,  y como toda norma seguro que tiene sus fisuras, pero es a día de hoy una de las mejores noticias de salud. Otra es la sanidad universal, es decir cualquier ciudadano tiene el derecho a ser asistido sanitariamente dentro del territorio del país, esté o no cotizando a la SS, circunstancia que en los parados de larga duración sin prestaciones no se daba, y uno debía de colocarse como beneficiario de otra persona con "derecho" a sanidad universal, o solicitar una cartilla de "beneficencia". Y ahora llego al meollo de la cuestión, de un tiempo a esta parte el discurso moralizante es que la gente enferma porque quiere, engorda porque quiere, se deprime porque quiere y el que no es feliz, delgado,alto guapo y rico es porque no le da la gana, claro, discurso proveniente de EEUU que obtiene adeptos entre todos aquellos cuyo máximo esfuerzo neuronal consiste en mirarse al espejo y reconocerse. Se elimina así de un plumazo la responsabilidad del estado en la salud alimentaria, control de enfermedades, prevención, sanciones a infractores, y de paso culpabiliza al ciudadano de su males y así abre la puerta al cobro por un derecho que algunos consideramos universal e indispensable, aunque de un tiempo a esta parte solo vemos maniobras para encarecer, deslegitimar y enrarecer el sistema público de salud español, con el beneplácito  de los propios afectados.
Sobre el parón del blog, cuestiones de salud y energías agotadas, de hecho esta es una entrada programada, en riguroso diferido...
Gracias por estar ahí.

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