jueves, 9 de mayo de 2013

El paciente impaciente.

Para que gremio médico no se me enfade mucho, o sí, eso a lo dejo a su albedrío, hoy toca hablar de la impaciencia, del paciente impaciente.
mano repiqueteando en la sala de espera, dibujo  6.dilly4dally
repiqueteo en la sala de espera 
El paciente con SII consulta mucho a su médico, cierto, no en vano es una dolencia crónica que en muchas ocasiones lleva aparejada otras dolencias que se pueden tratar perfectamente con éxito. Las dispepsias, el reflujo, la Helicobacter p., en definitiva hay varias enfermedades que a veces concurren con el SII para las que existe tratamiento bien de erradicación bien de alivio sintomático . Así pues es normal que un tubo digestivo alterado como en el caso del SII obligue a su "propietario" a pasar por consulta varias veces, es más si uno está trabajando y una crisis de SII le ataca y le impide cumplir con sus labores es el parte de consulta médica el que debe de adjuntar a la empresa para justificar esa ausencia , de modo que toca visita. Otras veces como al resto del común de los mortales nos toca ir al médico porque nuestro cuerpo consta de más partes, relacionarlo todo con el SII es en ocasiones  una reducción fácil e interesada , tanto para le médico como para el paciente.  Así pues toca acudir a Atención Primaria ( centros de salud) o pedir cita con un especialista si se considera oportuno. Y es en la sala de espera donde uno empieza ese altibajo de sensaciones y emociones, desde el malestar mañanero, el agobio por encontrar una silla libre pero cercana al pasillo que a su vez no esté lejos del baño, el incesante movimiento de pies y manos para tranquilizarnos (consiguiendo el efecto contrario), consultar el móvil, el reloj, tres periódicos, levantarse seis veces, analizar el flujo de tráfico hacia los aseos para calcular el momento óptimo para ir que sabemos va a coincidir justo cuando nos llamen,analizar uno a uno a las personas que esperan, charlar con algún conocido, saludar al personal que ya te conoce de sobra, mandar seis "uasap" , leer tus mails, y entrar en todas tus cuentas de todas tus redes sociales y finalmente tras una angustiosa espera de 10 minutos ( cuando la espera se alarga acabas por acomodarte  por cansancio) entras en la consulta, hay un sustituto, le cuentas lo que te pasa y mientras con tus dedos repiqueteas en la mesa de la consulta en modo allegro  como el tuno de la pandereta tras haber tomado siete cafés  el médico te dice:- ¿Usted es muy nervioso? y le miras y dices: - ¿Yo? que va...si hoy estoy tranquilo.
Buen día y gracias.

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