viernes, 2 de septiembre de 2016

Momentos buenos y malos con el SII.

Los brotes de SII largos y aparentemente sin sentido son lo peor de la enfermedad, te queda cara de no saber qué más puedes hacer, o de qué va a pasar con tu vida. Eso nos sucede a muchos, a los que padecemos un SII especialmente virulento y complicado con otras enfermedades. La calidad de vida con el SII es mala respecto a otras personas que hacen lo que llamamos vida normal y como es la "norma" nos parece que nuestra vida vale poco, la desperdiciamos e incluso algunos me dicen por email que no merece la pena vivir así.

 Bueno todo es según con qué lo compares y según lo que te guste hacer , es decir te tienes que adaptar al SII no hay más. El SII limita muchas cosas porque además el propio SII te crea una ansiedad ante ellas creando un círculo vicioso desesperante. Claro adaptarse no es al cien por cien, nadie se adapta a pasarlo mal, por mucho que veas blogs, entrevistas y declaraciones de gente con enfermedades terribles o invalidantes que te digan que son felices pues no, es más gente sana, con dinero y sin problemas aparentes tampoco son necesariamente felices. Ya lo dijo Abderramán "He reinado más de cincuenta años, en victoria o paz (...). En esta situación, he anotado diligentemente los días de pura y auténtica felicidad que he disfrutado: suman catorce.
 Es imposible disfrutar cada momento porque tiene que haber momentos malos para apreciar los buenos. Adaptarse es eso, modificar hábitos reordenar prioridades y saber decir NO. Lo peor de la desesperación es que acabas por no hacer rutinas saludables o te cuidas menos y al final se te juntan mil dolores, molestias y circunstancias.  Momentos malos  son lógicos, normales y simplemente hay que tomarlos  como lo que son, producto de padecer una enfermedad mala de llevar. Si uno se deja superar por la enfermedad (unos días, una noche de insomnio, un mes, un año) también está en su derecho, todos los días leemos sobre la capacidad de superación los esfuerzos personales, las metas y objetivos, pero nada leemos sobre quienes no pueden, no quieren o no saben porque en esta sociedad (incluyendo la medicina) se presume del que sobresale y se esconde a quien sufre. Y esa es al cuestión, sufrimos y encima nos castigamos por sufrir, y no, no se pude uno castigar por sufrir y menos aguantar a quien no sufre. 

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