lunes, 8 de julio de 2013

Dietas, costumbres, sensaciones

La dieta es en sí un estilo de vida, no solo somos lo que comemos como afirma el dicho, sino que el cómo, con quién, cuando y donde son factores que contribuyen a la salud intestinal. Comer tras un enfado, un disgusto no es comparable a comer relajadamente , con alegría en compañía de amigos y sin preocupaciones.
foro dieta paleolitca
extraños compañeros de mesa

Para quienes padecemos SII la dieta es algo básico, todos sabemos que ciertos alimentos, ciertas bebidas y ciertos condimentos nos hacen daño , aunque eso no significa que los evitemos como alma que lleva el diablo, a veces más bien lo contrario.  Si acepamos que una dieta es un estilo de vida hay que repasar que vida llevamos, que condicionantes tenemos y que posibilidades reales tenemos de llevar ese estilo de vida, a veces necesitamos hacer cambios progresivos, otras cambios radicales y en ocasiones el estilo de vida es un todo. Desde dietas por motivos éticos ( veganos y vegetarianos) a dietas estéticas, generalmente perjudiciales si no son controladas por profesionales, pasando por dietas depurativas ( jarabes de arce tan famosos hace un tiempo) , otras importadas de otras culturas con el conflicto económico y ecológico que suponen y a nada que uno busque por la red verá absolutamente de todo. Para simplificar si uno junta a varias personas mezcladas de forma heterogénea  y las recluye durante un tiempo dándoles de comer y beber lo mismo, y con al misma actividad veremos que hay diferencias, que o todos asimilamos igual, unos engordan otros adelgazan, algunos se sienten mejor y otros peor, así pues trasladar este ejemplo básico a la vida diaria es fácil, la disparidad de opciones dietéticas, de alimentos, de formas de comer, de mezclas y de combinaciones implican que no hay un patrón matemático, que la salud individual depende de diferentes factores y que la mete a veces se deja engañar por las sensaciones. Creemos que ciertos alimentos nos sientan bien, o leemos que nos pueden sentar bien, ya se encargan los departamentos de publicidad de la industria alimentaria de adornar virtudes, exagerar propiedades y conceder a su producto virtudes curativas, curiosamente el mismo producto pero de otra casa comercial y más aún si es de marca blanca, es una castaña,no vale, solo hace el milagro el nuestro el del anuncio. Esto lo aceptamos como mal menor, pero en ocasiones cuando hay una necesidad psicológica urgente de sentirse bien, circunstancia muy habitual en el SII, los cantos de sirena, aún roncos, parece que nos encandilan y  cada artículo más o menos científico pude levantar olas de admiración o reproche, los personales ya son otro tema.
Básicamente si comiendo de una manera no te encuentras bien puede que necesites cambiar tu forma de comer, ahora bien, en el SII ese es solo un paso, es decir las dietas más usadas para el SII como puede ser ahora la FODMAP y en su momento los aportes de fibra hablan de una sensible mejoría en la sintomatología en un porcentaje de casos superior al efecto placebo, es decir en un número determinado de individuos , hacer una dieta alivia muchos de los síntomas, pero nos queda el otro número hasta completar el porcentaje total. Así pues  a veces me desespero leyendo anuncios de dietas milagro que curan el SII, limpiezas de colon que eliminan "kilos de carne roja alojada en sus intestinos" (cual cocodrilo del Serengueti) , jugos de frutas que curan hasta el cáncer y breves listas de alimentos a desechar sin más consejo que el que contengan cierta proteína, cierto azúcar o que a otro le siente mal.
La salud es un todo, es un conjunto, no existe la salud física separada de la mental, no podemos reducir la estrategia contra el SII a un mero consumo de "palos de fibra" ni a una medicación antiespasmódica sin tener una visión en conjunto del afectado, de su estilo de vida, de sus necesidades y de sus posibilidades.
No es que el SII sea como poner un cohete en órbita, no, pero tampoco es una dolencia que se pueda tratar con buenas palabras ( con malas ya advierto de que tampoco) y soluciones rápidas. El SII condiciona tu vida, de manera que toca imponerse un estilo de vida que no choque con el SII, y ese es trabajo del afectado y de sus terapeutas.

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