lunes, 8 de abril de 2013

Gases, una molestia más del "colon irritable", algunas consideraciones.

   
globo hinchado
foto: www.tiendadeglobos.com
El gas intestinal es el resultado del metabolismo de los alimentos más la deglución de aire al comer, beber, hablar o respirar. Así a los que tenemos pasión por hablar y nos apasionamos con la charla y la discusión a veces nos falta el  aire, no acompasamos el habla con la respiración, de manera que nos cansamos y en ocasiones tragamos aire sin motivo que va a nuestro tubo digestivo. Las técnicas de respiración de los cantantes pueden ayudarnos en esos casos, es decir aprender a respirar para no tragar aire y quedarnos sin él cuando queramos tomar la palabra. Ocurre igual con el alimento, si comemos a la carrera, abriendo la boca como fauces y literalmente tragando, el resultado es el mismo más aire al tubo digestivo, de manera que solo con respirar bien y no comer ni beber alocadamente podemos reducir la entrada de aire al tubo digestivo. Evidentemente es solo una parte, pero al ser un circuito debemos de controlar primero cómo y en qué cantidad llega el aire a nuestro cuerpo. Masticar es una de las primeras fases de la digestión, trituramos los alimentos y a la vez la saliva empieza su trabajo sobre los carbohidratos, si "tragamos" estamos enviando el alimento tal cual más su ración extra de aire. ES obvio y además nos lo repiten siempre, pero las prisas, el ansia, las costumbres, a veces por necesidad (horarios, convencionalismos) son enemigas de este proceso, de hecho incluso se considera mala educación en determinadas reuniones comer despacio.
  Las bebidas con gas...bueno pues que más decir, tragamos agua y gas carbonatado, que si bien en algún momento todos hemos usado para solucionar un leve atasco, su uso prolongado trae efectos nocivos sobre el sistema digestivo. Si además tomamos bebidas ligth con edulcorantes os recuerdo que sorbitoles y edulcorantes no están nada recomendados en los problemas intestinales. Los aromas, colorantes y los jarabes de sabores pues ya pertenecen al mundo de la bioquímica, es decir digerirlos y absorberlos va a ser cuestión aparte , alguna gente con SII los tolera y otros en absoluto.(seguir leyendo)
  Las bebidas con alcohol, pues hay de todo, porque a veces una copa de vino una cerveza con unos amigos o la pareja o la familia tiene un poderoso efecto beneficioso sobre el ánimo y nos relaja, y eso siempre se agradece, claro que hay unos límites y además el alcohol tiene dos efectos clave, ralentiza el trabajo del hígado y nos deshidrata provocando en muchos casos lo que se denomina diarrea alcoholica:
El consumo de alcohol afecta la capacidad del organismo para absorber el agua: a menudo este es un síntoma que acompaña a una resaca después de una borrachera. El alcohol se absorbe en el intestino, y a medida que pasa por las células intestinales, su toxicidad causa que estas células pierdan la capacidad de absorber agua. Esto genera un flujo de líquido desde las células del revestimiento intestinal, que se vierte a la luz intestinal y que a su vez se absorbe mal. La diarrea suele durar varias horas hasta que el alcohol es desintoxicado y retirado de el sistema digestivo. Los síntomas varían de una persona a otra y se ven influidos por la cantidad consumida, así como por las diferencias fisiológicas."
Para complicar la cosa, en el SII D los movimientos del intestino se aceleran con el alcohol de manera que un "consumo no razonable" de alcohol potencia los efectos del SII D.
 Todo esto ya provoca gases, sin entrar en la digestión y los movimientos peristálticos del intestino lo que nos puede provocar y de hecho provoca en muchas ocasiones el dolor agudo tan conocido por los afectados de SII.
 Claro, muchos pensaréis que estas medida dietéticas ya las tomáis y aún y así seguís sufriendo dolores, gases y sus molestias derivadas, y es que el "procesado" del alimento con un intestino que o bien va muy rápido o bien muy lento , o en el caso de SIIA cambia su motilidad sin aviso, resulta doloroso. ¿Por qué? Bueno, los especialistas coinciden en que hay una hipersensibilidad visceral muy elevada en el SII, lo que a cualquier persona sin SII le puede parecer una digestión normal nosotros lo "notamos" percibimos los movimientos, y si además estos están alterados peor, sería como las típicas heridas en un dedo que nunca te acuerdas de que usas ese dedo hasta que te haces un corte diminuto y a partir de ahí te da la impresión de que hagas lo que hagas siempre está el dedo en juego para que te duela. Nosotros tenemos esa molestia en el colon y éste nos lo recuerda siempre, así que ya no es solo que por cuestiones de dieta tengamos gases (no conozco por otra parte a nadie que no los tenga), sino que la sensación que nos producen esos gases en nuestro tubo digestivo se ve amplificada y al ser una molestia diaria y que  no entiende de protocolos, ni de horarios ni circunstancias no adecuadas, provoca sensación de ansiedad en quienes lo padecen (padecemos) y la ansiedad es el primer enemigo del primer paso, la respiración.
¿Qué hacer? Lo primero tomar consciencia de tu propio cuerpo y de como respiras y de  como llega el aire a tu interior , pero de eso hablaremos otro día.

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